
Un abrazo brinda aquello que el dinero no puede comprar.

Conocemos las viviendas de familias recicladoras y buscamos herramientas para mejorar su calidad de vida.

Fundación del adulto mayor y niños.

Oramos por sus necesidades y damos gracias a Dios por sus vidas.

La alegría de los niños no tiene precio.
Una torta, un abrazo... hacen sonreír el corazón de todos.

Escuchar es fundamental para conocer sus necesidades, su forma de vivir, y aún conocer sus anhelos más profundos.
Una persona que la escuchan se siente valorada, que no está sola y que hay alguien que se preocupa por ella.
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